Además, ya hay siete médicos acusados de homicidio simple con dolo eventual, que irían a juicio oral y público próximamente
Buenos Aires, Argentina
Claudia Nora «Cali» Maradona, Ana Estela Maradona y Rita Mabel «Kitty» Maradona, hermanas de Diego Armando Maradona, se presentaron a declarar este miércoles ante la Justicia como testigos en la causa en la que se investiga la muerte del astro del fútbol, según informaron a Efe fuentes judiciales.
La Justicia argentina investiga a siete personas por presunto «homicidio simple con dolo eventual» -delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel- buscando determinar si los cuidados al exfutbolista fueron deficientes y no se pusieron los medios necesarios para evitar su muerte.
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Se trata del neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica que coordinaba los cuidados domiciliarios Nancy Forlini, el coordinador de los enfermeros Mariano Perroni y los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid.
Todos ellos ya declararon ante la Justicia, que lleva meses recogiendo testimonios.
Este miércoles, las hermanas de Maradona -quienes además fueron aceptadas como particulares damnificadas en la causa, por lo que pueden estar presente en el proceso, pedir medidas de prueba o estar presente en otras- declaran de manera presencial en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, explicaron las fuentes.
Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años. La autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada».
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También descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
El campeón del mundo en México 1986 padecía problemas de adicción al alcohol, había sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre de 2020 por un cuadro de anemia y deshidratación y un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde fue operado por un hematoma subdural por un equipo comandado por Luque.
El 11 de noviembre recibió el alta hospitalaria y se trasladó a una casa en un barrio privado de las afueras de Buenos Aires, donde falleció el 25 de noviembre.