España

La selección de España vence con autoridad ante Islandia 5-0, con goles de Yeremi Pino, que se estrenó como goleador con la absoluta junto a los dobletes de Álvaro Morata y Pablo Sarabia  hicieron vibrar a la afición en Riazor,  devolviendo a Coruña, por unos minutos, el fútbol de élite.

En cinco minutos, la Roja consiguió romper el muro islandés con dos golpes de efecto. Primero fue Morata, con un gran recorte y previa genialidad de Guillamón y Soler, para poner el 1-0. Luego, con el segundo, Olmo forzó un penalti para que el delantero de la Juventus consiguiese su doblete antes del descanso.

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La segunda parte comenzó haciéndole honor a como acabó la primera. Olmo, la pieza que más baila en el ataque de Luis Enrique si vuelve Ansu Fati, mostró que, si hay que bailar, mejor seguir haciéndolo en el campo. Su partido, que ya estaba siendo extraordinario, se sumó a la proyección ofensiva de Jordi Alba para romper la defensa islandesa. El centro del lateral, preciso, logró superar al desacertado meta contrario para Yeremi Pino anotase a placer para el 3-0.

Por primera vez en mucho tiempo, Riazor era una fiesta. La selección española, para el goce de los aficionados, no quería que la música parase o entrase en un aburrido bucle hasta el final. Marcos Alonso, que aún no había roto a sudar, puso en bandeja el 4-0 y el 5-0 a Sarabia, otro suplente de oro de esta selección.

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Titulares, suplentes, entrenadores y aficionados vibraban en la misma sintonía. Poco a poco, el tiempo iba pasando y Riazor iba volviendo a su dura realidad, no sin disfrutar los últimos minutos de fútbol de élite. Por lo menos, con España disfrutando, queda claro que Coruña volverá a su lugar en el mundo del fútbol, tal y como volvió España a la primera línea mundial del fútbol de selecciones.