Primera parte muy incómoda para el Barcelona. Le costó controlar la pelota en un arranque de ida y vuelta. Las malas noticias se le acumularon a Xavi cuando en el minuto 23 se vio obligado a dar entrada a Clément Lenglet por un Piqué lesionado.

Vea además: Leandro Paredes se operó y puso fin a su temporada con PSG

El Eintracht tenía claro su plan y cedía con gusto la posesión. Logró reactivarse, y ya en el minuto 38 generó un microinfarto cuando el colegiado pitó penalti dentro del área. Otro centro, con un Ter Stegen lanzado hacia una pelota por la que se acabaron peleando Borré y Busquets.

El colegiado entendió que Busquets derribó primero y despejó después, pero el VAR le hizo rectificar cuando se vio con claridad como fue un robo limpio.

El pobre bagaje ofensivo del Barcelona no importó a un Xavi que en otras ocasiones no dudó en hacer cambios y correcciones desde el vestuario en los descansos. Ante el desafío de Glasner, esta vez no fue así y en la reanudación, la dinámica vista en los primeros 45 minutos terminó por cristalizarse en el merecido gol local.

A los tres minutos, aprovechando un envío lateral, el Eintracht de Frankfurt puso el 1-0 en el marcador. El responsable, un Ansgar Knauff que fabricó un golazo.

Le interesa: Guimaraes: «Daremos lo máximo para que América de Cali esté en el lugar que merece»

Con todo el Barcelona hundido en su área, Eric despejó de cabeza mandando la pelota hacia la frontal, donde Knauff recogió el esférico y golpeó con el exterior para provocar un efecto en la pelota que se fue curvando con belleza para colarse por la escuadra.

Los minutos pasaban y no había reacción en el Barcelona. De hecho, las llegadas y el peligro seguían teniendo de escenario el área de Ter Stegen. Con media hora por disputarse, Xavi hizo sus primeros cambios no forzados: Dembelé por Adama y Frenkie de Jong por Gavi. No pudo haber elegido mejor.

Con Dembelé iniciando la jugada por la derecha, entregó en el balcón del área la pelota a Frenkie de Jong, que con una doble pared con Ferran, tuya, mía y tuya otra vez, acabó con un disparo del valenciano para un 1-1 que no tuvo que envidiar en belleza el tanto de apertura.

Lea también: Luis Suárez dejaría el Atlético de Madrid para ir al fútbol de Turquía

Glasner trató de reaccionar dando entrada a Hauge por Lindstrom. Por momentos le dio resultado, cosechando alguna contra con superioridad numérica. Pero el ímpeto teutón, con centrales subiendo hasta el área rival, acabó en exceso cuando Tuta derribó a Pedri y vio la segunda amarilla.

Glasner, al quedarse con diez, buscó la altura y corpulencia de Touré como central en lugar de Kamada.

El caos posicional descolocó por momentos al Barcelona, pues tras la expulsión fue el Eintracht el que acechó el área rival. Pero tras asentarse los nuevos roles, el último tramo se transformó en monólogo azulgrana. Pero pese al empeño del Barcelona, el 1-1 acabó por ser inamovible. Todo a decidir en el Camp Nou la próxima semana.