Valencia, España

El FC Barcelona supo reaccionar a tiempo para evitar un «desastre». El conjunto azulgrana sufrió para ganar en el Ciutat de València, en un partido marcado por el «hat-trick» de penales que pitó Munuera Montero en contra de los blaugrana. La magia de Pedri González impulsó a los de Xavi Hernández y Luuk de Jong marcó la diferencia en el último suspiro.

Si bien es cierto que supieron reaccionar en la segunda parte (de manera insufuciente), la realidad es que el Barça la pasó mal y sufrió más de la cuenta en el comienzo del partido, dando continuidad a las malas sensaciones que el equipo ya había dejado en más de una hora en Frankfurt. Los blaugrana se mostraron perdidos, imprecisos y con dudas en zona de tres cuartos, ante un Levante que entró enchufado y con ánimos de proponer.

«Hat-trick» de penaltis… y Luuk de Gol al rescate

El Barça no cambió de cara en el comienzo de la segunda mitad y siguió semetido ante un Levante que confía en la salvación y los errores culés les invitaron a seguir soñando. En el 51′, Dani Alves cometió una falta sobre Son tras una pared con Morales, quien se encargó de convertir el 1-0 desde los once metros. Los de Alessio Lisci pudieron ponerse, poco después, con un 2-0 también de penalti tras una mano de Eric García.

Ter Stegen se vistió de «héroe» para detener el disparo de Roger y fue el impulso que necesitaba el Barça para entrar en el partido y remontar, coincidiendo con la entrada de Gavi y Pedri al campo. Aubameyang firmó las tablas tras cabecear un gran centro de Dembélé. Después fue la conexión de los ‘wonder kids’ la que firmó la remontada. Gavi apareció para iniciar una jugada por la derecha, marchándose de Son y después enviar un pase atrás. Pedri cazó el balón y disparó, de primeras, con el interior al palo largo.

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Cuando mejor estaba en el campo el Barcelona, se encendió la polémica en el Ciutat de València, Munuera Montero señaló un nuevo penalti en contra de los culés. Clément Lenglet metió mal el pie y terminó pisando a Dani Gómez, que se marchó al suelo. Melero no falló desde los once metros.

Cuando el empate parecía cantado, apareció un Luuk de Jong clave para una nueva remontada azulgrana. Jordi Alba envió un centro potentísimo al área y el tulipán cabeceó al primer palo, picado, inalcanzable para todos. Los blaugrana vivieron de épica y reafirman que quieren pelear hasta el final.