Tirana, Albania
Festejó la Roma. Y festejó José Mourinho… En la primera edición de la Conference League, el tercer torneo en orden de importancia de la UEFA (por detrás de la Champions y la Europa League), la Roma se proclamó campeón de la primera edición de la Liga Conferencia ante el Feyernoord, al que se impuso gracias al tanto de Nicolo Zaniolo en la primera mitad (1-0).
Roma vuelve a sonreír, e Italia vuelve a tener un equipo campeón de una competición europea. El último fue el Inter en 2010, también con Mourinho en el banquillo. Un Mourinho que puede presumir de ser el primer entrenador en ganar esta competición y el primero en ganar Liga de Campeones, Liga Europa y Liga Conferencia, las tres competiciones europeas que se disputan durante la temporada.
La «Loba» no llegaba a una final desde 1991, hace 31 años, y con solo un trofeo en el Viejo Contienente, la ya extinta Copa de Ferias en 1961. Mourinho sacó su once de gala, incluido Mkhitaryan, que llegaba sin tener minutos desde la semifinal ante el Leicester, hace casi un mes.
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Pese a que fue una final clásica, sin brillantez, con dos equipos muy cautelosos, el Roma fue el que llevó la voz cantante. Y ese ligero mando se materializó pasada la media hora, en el minuto 31, cuando Zaniolo abrió el marcador.
El italiano, llamado a ser la gran figura de este Roma, acomodó con su pecho el gran pase largo de su compatriota Mancini para hacer enloquecer a la afición romana con la punta de su pie izquierdo.
Inició el segundo tiempo el conjunto neerlandés igual que terminó el primero. Dos palos en cuestión de cuatro minutos y dos estiradas de Rui Patricio mantuvieron la ventaja. Sufrió el Roma, cogió confianza el Feyenoord. El tiempo, eso sí, jugaba en favor de los italianos.
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El Feyenoord agitó el partido con su tridente ofensivo. Nelson, Sinisterra y Dessers empezaron a encontrar espacios y a generar nerviosismo en un Roma que no lograba la solidez en el bloque que mostró en la primera parte y que no generaba peligro.
Lo intentó de todas las maneras el Feyenoord, la tuvo clarísma en el descuento, pero Linssen, estorbado por Spinazzola, no acertó a rematar. Era el día del Roma y de su técnico, en busca de su quinto título continental de su carrera.
Pitó el árbitro, celebró el Roma y celebró Mourinho, ya en la historia del club. La resitencia ‘giallorrosa’ devuelve a Italia un campeón de una competición europea. Segundo título europeo del Roma en su historia, el primero para una generación entera de ‘tifosi’ romanistas.