Glasgow, Escocia
La Selección de Ucrania prolongó su sueño mundialista y peleará el próximo domingo con Gales en Cardiff por el último billete europeo en juego para el Mundial de Qatar 2022, tras imponerse este miércoles por 1-3 a Escocia en las semifinales de una repesca en la que los jugadores ucranianos además de su calidad futbolista mostraron su entereza para sobreponerse a la guerra que se vive en su país.
Los de Oleksandr Petrakov no jugaban solo por una plaza en el Mundial, sino por todo un país en los últimos meses a nivel social a raíz de decisiones políticas que involucran a Rusia.
Si a empuje Escocia no podía competir con los visitantes, mucho menos en calidad a la hora de manejar el balón, gracias a la presencia en la medular de jugadores como Oleksandr Zinchenko, Ruslan Malinovsky o Andriy Yarmolenko.
Vea además: Chiellini se despide de la selección italiana con decepción
Una clara diferencia de talento que no tardó en decantar la contienda a favor del conjunto ucraniano, que a los ocho minutos de juego ya pudo adelantarse en el marcador en un remate Viktor Tsygankov, que obligó a lucirse al guardameta escocés Craig Gordon.
Nada pudo hacer, sin embargo, el arquero por impedir que finalmente Yarmolenko adelantase a Ucrania en el marcador (0-1) al culminar con una sutil vaselina un sensacional pase en largo de Malinovsky a la espalda de la zaga local.
Un gol que reflejó la superioridad de Ucrania sobre una selección escocesa que apenas logró generar peligro en toda la primera mitad, salvó en alguna que otra esporádica jugada a balón parado.
A los cuatro minutos del inicio del segundo tiempo Ucrania estiró la diferencia con un gol de Roman Yaremchuk, que estableció el 0-2 al rematar de cabeza un centro desde la banda derecha de Oleksandr Karavaev.
Le interesa también: Messi es elegido mejor jugador de la Finalissima
Resultado que obligó a Escocia a volcarse, eso sí con más corazón que con juego, sobre el área rival en busca de un tanto que le devolviese sus esperanzas clasificatorias.
Un gol (1-2) que llegó finalmente a falta de once minutos para la conclusión en un fallo del portero ucraniano Georgi Bushchan, que ya había dado con anterioridad muestra de su escasa fiabilidad, al dejarse escapar de las manos un remate del centrocampista Callum McGregor.
Sin embargo, nado pudo impedir que Ucrania no sólo resistiese el asedio final del conjunto escocés, sino que ampliase todavía más su ventaja (1-3) con un gol en el tiempo de prolongación de Artem Dovbyk, que prolongó el sueño mundialista con el que los futbolistas ucranianos quieren hacer olvidar por un momento a sus compatriotas el horror de la guerra.