Nyon, Suiza
«Si podemos jugar 11 contra 11, me sentiría feliz», admitió este lunes Nils Nielsen, seleccionador del equipo suizo participante en la Eurocopa femenina, afectado por misteriosos problemas gastrointestinales que han obligado al grupo a aislarse.
Ocho futbolistas y once miembros del equipo técnico sufren desde el domingo unos síntomas, vómitos y diarreas, cuyo origen se desconoce y que llevaron a anular el entrenamiento de este lunes para preparar el encuentro contra Suecia, anunció la federación helvética.
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En una conferencia de prensa virtual, Nielsen descartó que se trate de un brote de covid y admitió que la situación «no es ideal» para preparar el encuentro frente a las suecas, teniendo que realizar una sesión táctica por videoconferencia con sus jugadoras, cada una de ellas encerrada en su habitación.
Las «autoridades locales y la UEFA» impusieron un aislamiento de 24 horas para todo el equipo, aunque las jugadores que no sufren estos síntomas fueron autorizadas a dar un paseo, pero «con mascarilla y sin hablar con nadie».
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Si no aparecen casos nuevos en las próximas horas, el equipo suizo prevé volver a los entrenamientos el martes en Sheffield.
El entrenador descartó un aplazamiento del duelo contra Suecia, ya que cuenta «con 15 jugadoras aptas», el doble de lo que exige la UEFA para poder jugar un partido.
Las suizas debutaron en el torneo con un empate a dos goles contra Portugal.