Eugene, Oregon, Estados Unidos
Noah Lyles defendió este jueves su título mundial de los 200 metros con un espectacular tiempo de 19.31 segundos, cuarto mejor de la historia y récord de Estados Unidos, coronando un triplete de medallistas estadounidenses en el podio.
En Eugene-2022, el primer Mundial que organiza en la historia, Estados Unidos ha copado los podios de las dos principales pruebas de velocidad masculinas tras el triplete en los 100 metros del sábado liderado por Fred Kerley.
Lyles revalidó el oro logrado en el pasado Mundial de Doha-2019 al imponerse con un tiempo de 19.31 segundos, a solo 12 centésimas del récord mundial del legendario Usain Bolt (19.19).
Vea además: Luis Suárez regresará a jugar en Uruuguay con el Nacional
Solamente Bolt, que también corrió en 19.30 en los Juegos Olímpicos de 2008, y el también jamaicano Yohan Blake (19.26) han logrado mejores marcas que Lyles.
«Hoy es mi día y por fin he podido hacer lo que he soñado durante años», clamó Lyles tras su victoria. «Esperaba realmente que fuera un tiempo rápido, pero cuando lo vi, pensé: ¿En serio?»
«¡Esto como ser una estrella de rock!» dijo Lyles frente a un repleto Hayward Field, en contraste con las gradas vacías de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde el año pasado terminó tercero y admitió atravesar por problemas de salud mental.
Incapaces de seguir la explosiva arrancada de Lyles, el también estadounidense Kenneth Bednarek se aseguró la plata (19.77) y el joven fenómeno Erriyon Knighton, de 18 años, el bronce (19.80).
Le interesa: Barcelona cierra millonario acuerdo por derechos de transmisión
Nuevo joven fenómeno del atletismo estadounidense, Knighton logra así su primera gran medalla internacional después de ser cuarto el año pasado en Tokio. El adolescente, sin embargo, aspiraba al oro en una temporada en la que superó las marcas de Usain Bolt a su edad.
«Se siente bien. Ser tan joven y estar en el podio. Queda mucho más por venir», dijo Knighton, que explicó su distancia respecto a Lyles por su pobre salida.
«Desde los tacos, me hice un pequeño lío y eso me desvió la carrera, pero conseguí una medalla. No me puedo quejar. Solo tengo 18 años», afirmó. «Lyles me ha dicho que seré uno de los más grandes del deporte. Se siente bien viniendo de él.
El récord de Michael Johnson
Tras su triunfo, Noah Lyles se desahogó en la pista con un rugido de júbilo y desgarrándose la camiseta frente a los entregados aficionados estadounidenses.
El explosivo Lyles, apasionado del manga y que celebra sus victoria con gestos de «Dragon Ball», necesitaba reivindicarse como gran dominador de la disciplina después de su decepcionante bronce en Tokio-2020 y, sobre todo, frente al vertiginoso ascenso de Knighton.
Lyles ha venido desafiando al adolescente y en junio le señaló con el dedo al batirle por dos centésimas en las pruebas de clasificación de Estados Unidos, en el mismo Hayward Field.
La exhibición del atleta de Gainesville (Florida) lo convirtió, a sus 25 años, en el velocista estadounidense más rápido de la historia, superando el anterior récord de Michael Johnson (19.32).
Lea también: Pumas anuncia la llegada del brasileño Dani Alves
«Tenía la forma para un récord mundial, pero estoy satisfecho con el récord estadounidense», afirmó Lyles.
Su triunfo nunca estuvo en duda desde que salió suavemente de los tacos y alcanzó la máxima velocidad en 50 metros para abrir una cómoda ventaja al salir de la curva. Aunque Bednarek y Knighton trataron de seguir su estela, Lyles encontró todavía una marcha extra y no pasó apuros en la recta final.
El canadiense Andre de Grasse, oro en Tokio-2020, no compitió en los 200 metros en Eugene y Fred Kerley, que buscaba una medalla en una tercera categoría diferente en su carrera, fue eliminado en semifinales al sufrir calambres.