Inglaterra conquistó este domingo en casa la primera Eurocopa femenina de su historia al derrotar a Alemania, ocho veces campeona de la competición, en la prórroga (2-1) en un estadio de Wembley lleno.
Ante más de 87.000 espectadores, un récord en la Eurocopa, masculina y femenina, Chloe Kelly dio el gol de la victoria a las ‘Leonas’ en el minuto 111. En el tiempo reglamentario Lina Magull (79) había respondido a Ella Toone (62).
Al infligir a las alemanas su primera derrota en una final de la Eurocopa, después de que conquistasen 8 de 13 ediciones, las inglesas se ganaron el corazón de un país rendido a sus pies a lo largo del torneo.
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Tres años después de un Mundial-2019 en Francia que ya había dado muestras de la trayectoria ascendente del fútbol femenino, y a pesar de la pandemia de covid-19 entre medias, la Eurocopa inglesa finaliza con un éxito indiscutible.
Un éxito popular en primer lugar, como demuestran los 87.192 espectadores en las gradas en la final, mucho más que el precedente récord para un partido de la Eurocopa masculina, 79.115, para la final de la edición de 1964 entre la anfitriona España y la URSS (2-1).
La afluencia total de esta Eurocopa, con 574.875 espectadores presentes en los estadios, pulverizó también la mejor marca para la competición continental femenina, realizada 5 años atrás en Países Bajos con 247.041 espectadores.
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Las cifras son extraordinarias, pero la mayor sorpresa, para mí, son los que están sorprendidos porque el fútbol femenino esté a tal nivel», había afirmado este domingo el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin durante un foro en Londres.
Alemania podrá lamentar haberse visto privada desde las semifinales de su extremo Klara Bühl, positivo en covid, y, unos minutos antes del inicio, de su capitana y máxima goleadora Alexandra Popp, por «problemas musculares» durante el calentamiento.
El gol de Chloe Kelly, a la salida de un córner (2-1, 111), no permanecerá en el recuerdo por su belleza, pero pasa por derecho propio a la historia del fútbol inglés.