París, Francia
Ethan Mbappé, hermano de Kylian, ha aprovechado el parón del Mundial de Qatar para ascender de las categorías inferiores del PSG hasta llegar a entrenar con el primer equipo y debutar en un amistoso.
Ethan, de solo 16 años, debutó en septiembre en la Youth League y destacó entre sus compañeros. A finales de octubre, poco antes del parón para que se celebrara la Copa del Mundo de Qatar, comenzó a entrenar con el primer equipo del Paris Saint-Germain.
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Aprovechando la ausencia de varios de los internacionales del club, consiguió debutar durante la segunda parte de un amistoso que disputó el equipo contra el Quevilly Rouen. Un encuentro en el que jugó 45´ y acabó con triunfo para los parisinos por 3-1.
La actitud de Ethan ha convencido a Christophe Galtier, actual entrenador del PSG, quien le ha mantenido hasta el momento en los entrenamientos del primer equipo.
El centrocampista del filial del Paris Saint-Germain tiene su puesto asegurado en las categorías inferiores, donde volverá a entrenar para empezar a competir otra vez junto a sus compañeros, pero ya ha dejado algunas perlas y el foco para el futuro del equipo parisino durante las próximas temporadas está en la cantera.
Tras el culebrón sobre el posible fichaje del francés por el Real Madrid y su renovación hasta 2024, el delantero ha puesto unas condiciones para volver a ampliar su contrato.
El jugador no se siente cómodo dentro del club ni en el esquema que ha impuesto su entrenador, Galtier, en el terreno de juego. Para no salir del club de la capital francesa, Mbappé ha pedido traspasar a Neymar y que Harry Kane y Zinedine Zidane se incorporen al banquillo del PSG.
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Son tres condiciones difíciles de asumir, el alto salario del brasileño (30 millones al año) no está al alcance de cualquier equipo, Kane tiene contrato con el Tottenham hasta 2024 y la decisión de Deschamps de abandonar o no los mandos de la selección francesa influirá en el futuro de Zinedine Zidane.
A todo esto se le suma la posible fractura de la relación entre Messi y Mbappé tras la polémica final del Mundial. El vestuario del PSG está lleno de egos que Galtier tendrá que saber manejar para conseguir hacer un buen final de temporada.