Barcelona, España
El entrenador del manchester United, Erik Ten Hag, consideró que su equipo hubiese «tenido que marcar, por lo menos, cuatro goles» tras empatar 2-2 ante el Barcelona en la la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa.
«Hay que rematar las oportunidades porque en un partido de estas características hemos generado muchas ocasiones. No me lo esperaba. Estoy un poco frustrado en este sentido», añadió el técnico del Manchester United en la rueda de prensa posterior al partido.
De todas maneras, dijo que para él «es un resultado positivo y que está contento» por el hecho de haber sido «dominante» ante «el principal equipo de España».
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Además, fue muy crítico con la decisión del árbitro de no señalar falta de Jules Koundé cuando Marcus Rashford se iba hacia la portería del Barcelona con el marcador de 1-2.
«No sé si ha sido dentro o fuera del área. Pero, por lo menos, era tarjeta roja. Quizá se ha visto sobrepasado por la presión del estadio en un partido de alto nivel», sentenció Ten Hag.
Estas declaraciones inmediatamente después de la igualdad a dos en el final del encuentro, que luego de una primera parte sin anotaciones ni emociones, dejó todo el espectáculo para el segundo tiempo donde el Barça encontró primero el camino del gol con un remate de cabeza de Marcos Alonso al saque de un córner (50).
El jugador español celebró el tanto apuntando al cielo en recuerdo de su padre, fallecido hace justo una semana.
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Pero, el Barça y sus aficionados no tuvieron demasiado tiempo para celebrar porque apenas dos minutos después, Rashford recibió un balón en profundidad para hacer el 1-1 (52). El delantero del United ajustó el balón al palo sorprendiendo a Ter Stegen.
El tanto espoleó al conjunto inglés que empezó a llevar peligro con rápidas transiciones.
Raphinha pudo adelantar al Barça con un tiro lejano que obligó a volar a De Gea (55), pero poco después el acoso del Manchester United acabó con otra entrada por la banda de Rashford que metió un balón al área donde Koundé la empujó al fondo de su propia portería (59).
Por detrás en el marcador, el Barcelona entró en unos momentos de desconcierto del que se recuperó cuando Raphinha soltó un disparo lejano que se coló en la portería defendida por De Gea con la colaboración de Lewandowski que descolocó a la defensa (76).
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El empate rompió el partido que se convirtió en una alocada ida y vuelta, en la que el Barça acabó contando con las mejores ocasiones.
Raphinha estuvo a punto de poner el 3-2 con un cabezazo que sacó De Gea con una gran estirada (80), antes de ver cómo el centrocampista del United Casemiro estuvo a punto de hacer un gol en propia puerta al intentar despejar estrellando el balón en el palo de su propia portería (85).
El Barça siguió apretando hasta el final, pero tendrá que jugarse el pase a octavos de la Europa League en Inglaterra.