Barcelona, España
En medio de un proceso legal en su contra, el divorcio que su esposa, Joana Sanz, perseguirá para separarse definitivamente, el futbolista brasileño, Dani Alves, se ha adaptado a la vida en prisión, mientras se resuelve su caso por abuso sexual de una mujer en una discoteca de Barcelona.
Medios locales atisban que el lateral derecho ya creó una liga de fútbol con sus compañeros internos. Así, el exjugador del Pumas mata el tiempo tras las rejas y “fomenta” el deporte.
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El reporte lo hizo Servimedia, destacando que decenas de internos solicitan ropa deportiva a sus familiares, con motivo de poder jugar con el brasileño y sumarse a las filas de su mini liga presidiaria, igualmente, señalan que tiene muy buena relación con sus compañeros, a quienes les firma autógrafos.
Mientras, el mundialista en Qatar 2022 es considerado un “gran riesgo” por posible fuga, con ello, las autoridades no le han permitido que deje la prisión preventiva, por más que éste lo intente.
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Previamente, también se ha especulado que Alves quedó totalmente entristecido, luego de que Sanz solicitara la separación. Su defensa señaló que el detenido se encontraba “completamente hundido y muy nervioso” al respecto.
“No ha digerido la noticia de la mejor manera posible”, lamentó un medio español.