Múnich, Alemania
La eliminación del Bayern Múnich en Champions League va a ser un problema muy difícil de solucionar en el club en las próximas semanas. Sumado al resultado global, la actitud de los jugadores en el partido de vuelta no ha caído bien en los altos directivos de la institución.
Además, solo resta la Bundesliga para «salvar la temporada». La molestia es grande y el primero en irse sería Oliver Kahn, actualmente CEO y encargado de algunas contrataciones en Baviera.
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En apenas 26 días, desde la llegada de Thomas Tuchel, el Bayern ha dicho adiós a dos títulos: el Friburgo (1-2) lo eliminó de la Copa en el Allianz y el Manchester City fue su ‘verdugo’ en cuartos de la Champions League. No obstante, y a modo de consuelo, en la Bundesliga es líder en solitario -tiene dos puntos de ventaja- gracias al último partido del Borussia Dortmund ante el Stuttgart (3-3).
Según Jan Aage Fjørtoft, exfutbolista del Eintracht Frankfurt y ahora analista de Sky: “El proceso está en marcha. Es cuestión de tiempo que Kahn deje de ser CEO del Bayern».
Y es que a los altos mandos del conjunto bávaro no están contentos con los numerosos escándalos que han protagonizado en esta temporada como el despido de Julian Nagelsmann, la agresión de Sadio Mané a Leroy Sané, así como las eliminatorias tanto de la Pokal como de la Champions.
De producirse la salida de Oliver Kahn, el Bayern maneja la opción de que Hoeness regrese como el CEO o que el ex capitán del club, Philipp Lahm, asuma el reto.
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«Un técnico tiene que ganarse al vestuario. Y un CEO tiene que ganarse a los empleados. Predomina la sensación de que Kahn no se los ha ganado y que, por tanto, no cuenta con el apoyo necesario», indicó Fjørtoft.
Oliver Kahn ingresó a la junta directiva del Bayern Múnich en enero de 2020 y tras la salida del ex director general, Karl-Heinz Rummenigge en julio de 2021, fue nombrado como el nuevo CEO de la institución.
No obstante, su trabajo al frente del club no termina por convencer a los aficiones, ya que una encuesta del diario TZ revela que el 65% de los aficionados desean el regreso de los antiguos dirigentes.