París, Francia
El Paris Saint-Germain vuelve a los entrenamientos este lunes para abrir una nueva época, con el español Luis Enrique Martínez como entrenador pero con la enorme interrogante del futuro de su gran estrella, Kylian Mbappé.
El delantero francés y otros internacionales no estarán este lunes en el inicio de la pretemporada, ya que tienen permiso para incorporarse más tarde después de los partidos de selecciones de mediados de junio pasado.
Eso hará que continúe la guerra larvada que han emprendido en las últimas semanas el jugador y el presidente del club, Nasser al Khelaifi.
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Mbappé insiste en que no quiere renovar su contrato, que concluye el 30 de junio de 2024, pero reitera que desea cumplir su actual compromiso y jugar la próxima temporada en París.
Por el contrario, Al Khelaifi ha dejado claro que no va a permitir que salga gratis del club el «mejor jugador del mundo» y le ha puesto en una encrucijada: ampliar su compromiso o ser traspasado este verano, aunque parece que es el delantero el que tiene la sartén por el mango desde el punto de vista legal.
Las declaraciones de Mbappé publicadas este sábado en France Football, en las que decía que el PSG tiene «un techo de cristal» en Liga de Campeones y es un club «divisivo» no han caído bien ni a la entidad ni, supuestamente, a algunos compañeros de vestuario, según asegura Le Parisien.
Por ello, y además del tortuoso verano que se viene encima entre la estrella del equipo y la dirección, habrá que ver cómo se desarrolla la convivencia en el vestuario del equipo parisino, que ha perdido a dos pesos pesados como Lionel Messi y Sergio Ramos.
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Los jugadores y el nuevo cuerpo técnico comenzarán la pretemporada de manera oficial en la nueva ciudad deportiva que el PSG ha construido en las afueras de Poissy, a 26 kilómetros del centro de París.
El nuevo centro deportivo, que abarca unas 74 hectáreas, tiene unas instalaciones mucho más amplias y modernas que las antiguas del Camp des Loges en Sain Germain en Laye, también más próximas a la capital.
Pero el inicio del trabajo estará marcado por ver cómo pone en marcha Luis Enrique su sistema y su filosofía de juego en un club cuyos propietarios cataríes tienen como objetivo la Liga de Campeones.