Mónaco, Francia
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, consideró este jueves que lo sucedido tras la final del Mundial femenino con el presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, suspendido temporalmente, tras su beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso y su actuación de los días posteriores «no debería haber ocurrido nunca».
«Esto no debería haber ocurrido nunca. Pero sucedió, y los órganos disciplinarios de la FIFA asumieron inmediatamente su responsabilidad, tomando las medidas necesarias. Los procedimientos disciplinarios seguirán su curso legítimo» explicó en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram.
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Infantino acompaña sus palabras de una foto del momento en el que entregaba la copa del Mundo a la selección española en presencia de la reina Letizia.
«Este es el último día del mes en el que España se coronó campeona de la Copa Mundial Femenina de la FIFA por primera vez. Lamentablemente, la merecida celebración de estas magníficas campeonas se vio empañada por lo que sucedió tras el pitido final. Y lo que siguió ocurriendo en los días posteriores», recuerda el presidente de la FIFA.
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También aboga por centrarse «en cómo seguir apoyando a las mujeres y al fútbol femenino en el futuro. Dentro y fuera del terreno de juego. Defendiendo los verdaderos valores y respetando a las jugadoras como personas, así como sus fantásticas actuaciones».
Por último, el máximo responsable de la FIFA destaca que el Mundial de Australia y Nueva Zelanda «ha sido la mejor y más grande Copa Mundial Femenina de la FIFA de la historia» y aprovecha para dar su enhorabuena a todas las participantes y transmitir «una felicitación especial a España»