Rio de Janeiro, Brasil
Sao Paulo golpeó primero en la final de la Copa do Brasil y este domingo venció por 0-1 a Flamengo, con un gol del argentino Jonathan Calleri, en un estadio Maracaná repleto y que acabó abucheando a otro argentino: el entrenador Jorge Sampaoli.
Fue un partido duro, disputado ante unos 63.000 espectadores en el «templo» de un Flamengo al que no le salió una y fue ampliamente superado por un visitante que le apostó a la contra y ganó.
Sao Paulo le quitó velocidad a Flamengo con fuertes marcajes en el medio y, cada vez que recuperó el balón, tocó con calma o buscó encontrar alguna brecha para el contraataque con la velocidad de Lucas Moura o la explosión del argentino Calleri.
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El plan del entrenador Dorival Júnior, que el año pasado ganó la Copa do Brasil dirigiendo a Flamengo, funcionó. Neutralizó al potente ataque del equipo carioca, que hoy formó con Bruno Henrique, Pedro y Gabriel Barbosa «Gabigol», y São Paulo hasta llegó con peligro en varias ocasiones.
Una de ellas, sobre el final del primer tiempo, acabó en gol. Sao Paulo robó un balón en el medio, le llegó a rápido a Nestor, que con un centro medido encontró en el área a Calleri, quien batió al portero Matheus Cunha con un fuerte cabezazo.
Después del gol, y antes de acabar la primera etapa, una escena inusitada. Sampaoli se marchó al vestuario cabizbajo mientras el partido seguía y Flamengo parecía atontado.
En la segunda parte el libreto se mantuvo. Flamengo más agresivo y con más creación, tras la entrada de Everton Ribeiro en lugar del volante Víctor Hugo, pero chocando siempre en el medio con un São Paulo muy firme en las marcas.
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Poco a poco, Flamengo pasó a dominar y se acercó más al área, pero aún cuando el balón le llegó más limpio a Gabigol y Pedro, no supo descifrar el cerrojo defensivo del equipo paulista.
El resultado le pone las cosas muy cuesta arriba al Flamengo para el próximo domingo, cuando visitará a São Paulo para terminar de definir la Copa do Brasil, que le otorga al campeón una plaza en la Copa Libertadores de 2024.
También siembra dudas sobre el futuro de Sampaoli, quien desde que llegó a Flamengo, en abril pasado, no ha sido capaz de hacer funcionar a un equipo plagado de estrellas, pero que puede terminar esta temporada con las manos vacías.