París, Francia
Un gol de penalti de Kylian Mbappé en el minuto 49′ liberó al París Saint-Germain, que derrotó este martes en su debut en la ‘Champions’ al Borussia Dortmund (2-0), después de que el lateral Achraf Hakimi ampliase la ventaja parisina en el 58′.
Candidato a ganar la Liga de Campeones desde hace una década (lo más cerca que estuvo fue la final de 2020), el PSG de Luis Enrique toma el liderato del grupo F, formado por otros dos huesos duros, C Milan y Newcastle, que empataron sin goles en Italia. Lea aquí:
Después del disgusto del viernes, cuando el PSG cayó ante el Niza en el Parque de los Príncipes, Luis Enrique armó un once con un ataque “made in France”. Randal Kolo-Muani dejó en el banco al “nueve” portugués Gonçalo Ramos para sumarse a sus compatriotas Dembélé y Mbappé.
Vea además: Cristiano Ronaldo y Al Nassr debutan con triunfo en la Champions de Asia
En el comienzo de la enésima intentona para levantar una Champions que aún se le resiste, el equipo capitalino firmó un primer tiempo templado, en el que no pasó real peligro, pero en el que tampoco creó grandes oportunidades, a excepción de un remate en el 14 de Vitinha desde el balcón del área que repelió el palo derecho de Kobel.
La posesión abrumadora de los locales se centró más en los ataques por dentro, pues el Borussia blindó bien los costados con Wolf y Ryerson. En el cogollo del juego, el uruguayo Manu Ugarte impuso su vigor frente al veterano Emre Can, quien pedía con insistencia de los suyos a subir las líneas.
El gol de Mbappé sirvió para soltar a los parisinos, quienes ampliaron el marcador rápidamente.
Le interesa también: El Leipzig arranca con victoria en Berna
En el 58, gracias a una deliciosa asistencia de Vitinha, Hakimi, un lateral al que le gusta atacar, definió con calidad en el corazón del área. El internacional marroquí lo celebró de manera austera, como forma de rendir tributo a su país, asolado por un reciente terremoto.
A excepción de par de oportunidades de Mbappé para hacer un doblete, el último tercio del partido transcurrió sin sobresaltos, con un Borussia impotente y un PSG que guardó la ropa para lo que se avecina en Liga: la visita del Olympique de Marsella el domingo.