Lisboa, Portugal
El Red Bull Salzburgo dio este miércoles una de las mayores sorpresas de la primera jornada de la Champions League al vencer en Lisboa por 0-2 al Benfica, que se vio condicionado en los primeros compases del choque por la expulsión de António Silva.
En la capital de Portugal, el Salzburgo quiso responder a quienes lo califican de «eslabón más débil» de un grupo en el que también figuran el Inter Milán y la Real Sociedad, y fue a por todas para intentar congelar el abrasador Estadio da Luz lisboeta.
El conjunto austriaco estuvo a punto de conseguirlo en el minuto 2 del partido, cuando el nuevo portero de las Águilas, el ucraniano Anatoliy Turbin, provocó un penalti, pero para alivio del ex del Shakhtar, lo falló el marfileño Konaté, que disparó por encima.
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En respuesta, el Benfica estuvo muy cerca de marcar en una jugada que comenzó con un regate de Di María y acabó con un disparo de Joao Mário a un poste. Inmediatamente después, todo se complicó para el campeón portugués.
En el minuto 12, un mal pase atrás del lateral del Benfica Bah fue interceptado en el área por Simic, cuyo disparo fue atajado por el central argentino Nicolás Otamendi.
Aun así, el balón fue directo a la portería, donde estaba Otamendi en el centro de la defensa, el portugués António Silva, que saltó a destiempo y dio con una mano al balón, lo que le valió la roja directa y un nuevo penalti para los austriacos. Simic no falló y marcó el primero del Salzburgo en el minuto 15.
En desventaja tanto en el marcador como en número de jugadores sobre el terreno de juego, el Benfica supo reaccionar gracias a Ángel Di María, que está siendo su gran baza esta temporada.
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El Fideo fue el propulsor de su equipo e intentó por todos los medios empatar. Estuvo muy cerca con un tiro libre e incluso un tiro de esquina directo, pero ambos fueron rechazados por el portero Alexander Schlager.
Gracias al extremo rosarino, el Benfica logró contrarrestar la inferioridad numérica, pero no pudo mantener el ritmo en la segunda parte, que, como la primera, empezó de la peor manera para el club lisboeta.
En el minuto 51, una distracción de Morato permitió el robo de balón de Simic, que consiguió superar a Aursnes y plantarse solo delante del portero del Benfica, cediendo el esférico a su compañero Gloukh, que sólo tuvo que empujar para marcar el segundo del Salzburgo.
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Las Águilas dispusieron de un par de buenas ocasiones para reducir el déficit, primero con un cabezazo de su nuevo canterano estrella, João Neves, y después con un remate de chilena de Otamendi, pero no fueron suficientes para estropear la exhibición de ensueño de Schlager.
Tras sorprender en Lisboa, el campeón austriaco recibirá en la siguiente ronda a la Real Sociedad, mientras que el Benfica intentará empezar a enderezar el rumbo en su visita a San Siro para medirse al Inter, su verdugo en los octavos de Final de la pasada Champions League. (Con información EFE).