Madrid, España
Las jugadoras de la selección española Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez confirmaron ante el juez presiones a Jenni Hermoso, tras el beso forzado del expresidente de la Federación Española (RFEF), Luis Rubiales.
Las tres campeonas del mundo vinieron a «ratificar, en aquello de lo que tienen conocimiento, los hechos objetos de la querella», señalaron fuentes judiciales.
Las jugadoras han confirmado así ante el juez que investiga a Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones, que el beso no fue consentido y que el expresidente federativo y su entorno presionaron a Hermoso para que justificara esa acción.
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Las jugadoras del Barcelona, Putellas y Paredes, declararon ante el juez por videoconferencia desde la capital catalana, mientras que la portera del Real Madrid, Misa Rodríguez, lo hizo de forma presencial en la Audiencia Nacional, principal instancia penal española.
Las tres habian sido citadas como testigos en el marco de la investigación que instruye el juez Francisco de Jorge, tras la denuncia presentada por la fiscalía contra Rubiales por el beso forzado a Jenni Hermoso en la final del Mundial.
En su querella, el ministerio público señala que «Jenni Hermoso refirió también en su declaración que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron una presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos».
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El hermano y una amiga de Hermoso ya habían confirmado estas presiones ante el juez, quien, tras esas declaraciones, decidió la semana pasada tener también como investigados en el caso al exseleccionador femenino, Jorge Vilda, al director de la selección masculina, Albert Luque y al director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.
El juez tiene previsto tomar declaración como testigo en este caso al seleccionador español, Luis de la Fuente, el próximo 20 de octubre.
El magistrado continúa así con su investigación a Rubiales, que el 20 de agosto desató un escándalo internacional con su beso a Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial.
Esta acción de Rubiales, que defiende que fue un beso consentido, provocó un plante de las futbolistas españolas en defensa de su compañera y para pedir cambios en la RFEF.
Desde que estalló el caso, Rubiales dimitió y varios altos cargos federativos, considerados cercanos al expresidente han sido despedidos. (Con información AFP).