Newcastle, Inglaterra
Después de 20 años, la Champions League volvía a St. James Park, la casa del Newcastle. La sorpresa de la Premier League pasada debutó como local en el grupo F (el de la muerte) nada menos que ante el Paris Saint-Germain. Dicho de otra forma, era el choque de los petrodólares, porque ambos elencos son controlados por capitales árabes. En el caso de los ingleses, por Arabia Saudita, y en los franceses, por Qatar. Las Urracas tuvieron una actuación soñada, ganando por 4-1.
Los primeros 50 minutos del partido fueron completamente favorables para los británicos, quienes aprovecharon el desequilibrio del PSG, que lanzó muchos delanteros, y aplicaron presión alta para sacar ventaja.
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El paraguayo Miguel Almirón abrió el marcador con un ajustado remate de zurda luego de un error de Marquinhos en la salida. La intensidad del Newcastle era destacable.
Luego, en los 39′, llegó el 2-0 a través de Dan Burn, cuya anotación se revisó y ratificó en el VAR. Si el juego ya estaba cuesta arriba para el PSG de Luis Enrique al descanso, el panorama se complicó aún más en el inicio del complemento porque en los 50′ llegó el 3-0 con el tanto de Sean Longstaff, con un remate bajo en el que el meta Donnarumma tuvo una débil respuesta. La jornada era absolutamente de ensueño para el equipo de Eddie Howe.
Luis Enrique hizo cambios para tratar de darle una vuelta a un partido que le quedó cuesta arriba desde temprano. En los 56′, llegó el descuento de Lucas Hernández, quien definió tras un preciso balón puesto por el joven Zaire-Emery. Ni Mbappé, ni Kolo Muani, ni Dembélé podían hacer diferencia en ataque.
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En definitiva, un equipo que apuesta firmemente por el juego directo (en el segundo tiempo registró sólo el 22% de posesión) superó a un PSG que no despega en esta temporada de “transición”, sin Messi y sin Neymar. La guinda de la torta fue el golazo del suizo Fabian Schär, en el primer minuto añadido. Un 4-1 al bolsillo.
El Newcastle queda líder del grupo con cuatro puntos, aprovechando el empate sin goles entre el Borussia Dortmund y el Milan, en Alemania.