Mánchester, Inglaterra
La temporada del Manchester United ha sido esperpéntica: el peor inicio en su historia en la Premier, seguido de otro récord histórico negativo de derrotas para iniciar la fase de grupos de la Champions. Y en una ironía del destino, dos de los más señalados, Harry Maguire y André Onana, rescataron al equipo ante el Copenhague para mantenerse con vida en la Liga de Campeones. Oxígeno puro tras una buena dosis de agonía.
El United ganó por la mínima, 1-0, en Old Trafford ante el rival en el papel más débil dentro del Grupo A, pero que complicó al Bayern y a los mancunianos los tuvo una hora empatados y con opciones de ganar, hasta que apareció Maguire a segundo palo para rematar un centro frontal de Eriksen a 20 minutos del final. Y al 97′, Onana atajó un penalti para dar los tres puntos de manera agónica.
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Fue una noche muy tensa y larga en El Teatro de los Sueños, que estaba muy inquieto con el paso de los minutos y la falta del gol. No porque no generaran, sino que parecía ser uno de esos días que la pelotita no quería entrar en ninguno de los arcos.
Fue Maguire curiosamente el que casi regala el primer gol a la visita, al 5′, al perder el balón en el ecuador del campo, se armó la contra danesa y Diogo reventó el poste derecho. De ahí, se fueron acumulando las opciones para los Red Devils: Hojlund, McTominay, Rashford y más no podían y los jugadores se fueron a los vestidores acompañados por abucheos.
La entrada de Eriksen para el reinicio le cambió la cara al United. Dominaron, pero de nuevo la primera la tuvo el Copenhague, con un tiro de Lerager que Onana tuvo que volar para evitar. Después hasta hubo un penalti reclamado por clara falta del portero Grabara, pero el VAR pitó fuera de juego antes y un mano a mano que increíblemente perdonó Garnacho.
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Llegó el tanto finalmente al 72′, con Maguire quedando arriba en la segunda jugada tras un córner, la defensa perdió su marca y pagó las consecuencias.
El United pudo matar el partido, pero la mira la tenían chueca. Y así, al 97′, una imprudencia de McTominay, que elevó la pierna y le pegó a Elyounoussi cerca del área chica, daba la oportunidad de empatarlo al Copenhague, pero el hijo de Henrik, Jordan Larsson, falló. Tres puntos para estar a un punto del segundo, Galatasaray. Onana y Maguire los héroes.