Estados Unidos
El neerlandés Max Verstappen, campeón anticipado del Mundial de Fórmula 1, conquistó el sábado el Gran Premio de Las Vegas al superar en una emocionante carrera nocturna a Charles Leclerc y al mexicano Sergio Pérez, que terminará la temporada en el segundo lugar.
‘Checo’ Pérez, que perdió la segunda posición de la carrera en un adelantamiento de Leclerc en la última vuelta, tiene garantizado el subcampeonato cuando el Mundial concluya la semana que viene en Abu Dabi, el mejor resultado logrado por un piloto mexicano.
Verstappen, compañero de Pérez en Red Bull, se sobrepuso a numerosas dificultades en esta carrera de regreso de la Fórmula 1 a las Vegas, incluyendo una sanción de cinco segundos por una agresiva maniobra en la salida.
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Pero el insaciable ‘Mad Max’, que tiene asegurado desde hace semanas su tercer título mundial, acabó alargando su récord de victorias, 18 en las 21 carreras del curso, incluidas las tres en Estados Unidos.
«Ha sido difícil. He intentado ir a por todas en la salida, pero me he quedado sin agarre. Eso nos ha retrasado, nos ha hecho ganar la penalización y he tenido que adelantar a muchos autos», explicó Verstappen, de 26 años.
Aunque fue el más crítico con el ‘show’ organizado alrededor de este Gran Premio, Verstappen celebró cantando por radio el clásico ‘Viva Las Vegas’ cuando cruzaba la meta bajo las luces de neón de la gran avenida de los casinos y la futurista The Sphere, el mayor recinto esférico del mundo.
El paddock instalado en la capital del juego se llenó de celebridades del mundo de la música, el deporte y el espectáculo como Rihanna, Brad Pitt, David Beckham o Justin Bieber, a quien se encargó ondear la bandera a cuadros en la meta.
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La vuelta de la competición a Las Vegas, tras las carreras de 1981 y 1982, es crucial en la estrategia de la Fórmula 1 de conquistar el público estadounidense, que sufrió un grave traspiés el jueves con la vergonzosa cancelación de los primeros ensayos debido a una alcantarilla mal sellada que dañó el Ferrari del español Carlos Sainz.
La falta de adherencia de la pista hizo que no faltaran los incidentes, adelantamientos y cambios de liderato en una prueba que arrancó a las diez de la noche y ofreció el espectáculo que los promotores ansiaban para el nuevo evento.
«Fue una carrera muy difícil», reconoció Pérez. «Ha sido bastante difícil con las ráfagas de viento, el bloqueo de la parte trasera. No me esperaba el adelantamiento final de Charles, él estaba a 0.7 y, luego en la zona de frenada, ya estaba ahí, así que bien por él y por Max».