Londres, Inglaterra
El entrenador Mauricio Pochettino, cuestionado en el banquillo del Chelsea por su irregular temporada en la Premier League, tomó aire tras eliminar al Aston Villa de Unai Emery (1-3) en el partido de repetición (ambos empataron sin goles en el primer intento) de la cuarta ronda de la Copa de Inglaterra que disputaron en Villa Park y que cerró Enzo Fernández con un golazo de falta.
La goleada que sufrió el Chelsea el pasado fin de semana frente al Wolverhampton (2-4) abrió la caja de los truenos en el club londinense. El público de Stamford Bridge canturreó un «vas a ser despedido por la mañana» al técnico argentino, que fue más cuestionado que nunca tras colocar a su equipo fuera del ‘top 10’ de la Premier League.
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El choque ante el Aston Villa no iba a ser sólo un encuentro decisivo para alcanzar los octavos de final de la Copa de Inglaterra. También iba a ser un juicio a Pochettino, que consiguió salir indemne ante los hombres de Emery gracias a una gran primera media hora en la que Gallagher y Nico Jackson consiguieron poner por delante al Chelsea.
Gallagher abrió la cuenta con un remate desde el punto de penalti y Nico Jackson la amplió con un gran remate de cabeza tras un centro desde la banda derecha de Malo Gusto. Ambos hicieron justicia en el marcador a los mejores 45 minutos iniciales del Chelsea, que dominó casi por completo a su rival.
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El Aston Villa, incapaz de imponerse en el primer acto, recibió la puntilla al inicio de la segunda parte cuando Enzo Fernández, con un gran lanzamiento de falta, celebró el 0-3 con el que sentenció la eliminatoria.
Después, en el tiempo añadido, Diaby hizo el único tanto del equipo de Emery, que no pudo evitar que Pochettino salvara un punto de partido y, ya de paso, clasificara al Chesea para los octavos de final de la Copa de Inglaterra.