Roma, Italia
Bajo la dirección de Thiago Motta, el Bolonia, que juega contra el Inter de Milán el sábado en la 28ª jornada de la Serie A, completa una temporada histórica que podría conducirle a la Champions, mientras que el técnico italo-brasileño suena para los grandes banquillos europeos.
Antes de desafiar al destacadísimo líder del campeonato, que tiene 15 puntos de ventaja sobre la Juventus (2º), el Bolonia ha ganado sus seis últimos partidos de la Serie A por segunda vez en su historia. La primera se remonta al curso 1963-64, cuando logró su séptimo y último ‘Scudetto’. Viejos y gloriosos tiempos.
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Cuarto con 51 puntos, está cerca de batir el récord (54) del club de Emilia-Romaña en una temporada.
Pero además de las estadísticas, lo que entusiasma a sus ‘tifosi’ y al mundo futbolístico italiano es el juego propuesto por el antiguo centrocampista de 41 años, un 4-1-4-1 muy ofensivo, que pone el acento en la posesión y en la verticalidad.
«Bolonia es un equipo realmente bonito de ver y estoy convencido que los jugadores de Motta disfrutan de jugar así, vemos la huella de su entrenador», señaló el legendario técnico del Milan Arrigo Sacchi, el jueves en La Gazzetta dello Sport.
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«Quiere ganar gracias a un juego práctico para su equipo y no a través de los errores de los adversarios o la contribución de uno solo de sus jugadores», señaló el que también fuera seleccionador italiano.
Considerado el más destacado de la nueva generación de entrenadores italianos, el técnico del Brighton Roberto De Zerbi tampoco escatima elogios hacia su colega: «Aporta algo único en el fútbol italiano, analizo lo que hace, veo los partidos del Bolonia porque tengo curiosidad».
‘Once guerreros’
Motta, nacido en Brasil e internacional con Italia, en el banquillo del Bolonia desde septiembre de 2022, recibe con clase los elogios: «Soy un privilegiado como persona y como entrenador, simplemente debo dar lo mejor de mí mismo cada día y toda la luz debe concentrarse en los jugadores, ellos son los primeros responsables».
El antiguo centrocampista del Barcelona (2001-07), Inter (2009-12) o París SG (2012-18) ha conseguido que su joven tropa juegue sin complejos, a imagen del centrocampista Riccardo Orsolini y del delantero Joshua Zirkzee, de 22 años, autor de diez goles en su segunda temporada en la Serie A.
«En el campo quiero once guerreros», repite Motta, capaz de espectaculares explosiones de cólera a menudo dirigidas a los árbitros, por lo que fue expulsado en enero contra el Milan.
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Su contrato con el Bolonia finaliza esta temporada, por lo que los pretendientes se multiplican. Muchas voces consideran que ha llegado el momento de que fiche por un gran club tras escalar desde el sub-19 del PSG (2018-19), unos meses en el Génova en el 2019-20, La Spezia (2020-21) hasta el Bolonia.
Motta no quiere hablar de su futuro. «Está concentrado en los próximos partidos del Bolonia, quiere dar un paso después del otro», explicó su agente, Alessandro Canovi.
El Milan y la Juventus parecen interesarse por sus servicios, pero el propietario-presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentiis, que supuestamente le ofreció el banquillo, no tiene muchas esperanzas de que siga en Italia. «Me dijo que su objetivo era entrenar en el extranjero», sentenció. (Con información de AFP).
