Rosario, Argentina
Familiares del futbolista Ángel Di María, jugador de la selección argentina y del portugués Benfica, fueron amenazados en la madrugada de este lunes mediante una nota intimidatoria arrojada en el barrio cerrado donde residen, a las afueras de la ciudad de Rosario, informaron a la AFP fuentes judiciales.
La nota, cuyo texto no fue divulgado por las autoridades locales, estaba envuelta en una bolsa plástica color negro y fue arrojada alrededor de las 02H30 (05H30 GMT) de este lunes desde un automóvil en el ingreso al barrio privado Miraflores, ubicado en Funes, 20 kilómetros al oeste de Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro oeste de Argentina).
«Allí tiene domicilio el propio Di María», dijo a la AFP un vocero del Ministerio Público de la Acusación (MPA) local, quien adelantó que interviene en la investigación «el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones» de Rosario.
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«Se solicitó el levantamiento de rastros (huellas dactilares), el relevamiento de cámaras de seguridad y la toma de testimonios», añadió el funcionario. El inmueble es donde se aloja el jugador cuando está de visita en Argentina y es residencia de varios familiares.
Una fuente del Ministerio de Seguridad de Santa Fe agregó que la nota fue arrojada «desde un automóvil color gris», según imágenes de cámaras de vigilancia del barrio. «El contenido de la amenaza no lo vamos a difundir, porque sería hacerle el juego a estas organizaciones criminales que buscan generar conmoción pública», agregó.
Sin embargo la prensa local reveló que la bolsa llevaba una tarjeta con la leyenda «Familia Di María» y la nota decía «Ni (Maximiliano) Pullaro te va a salvar», en referencia al gobernador de la provincia.
La principal hipótesis de investigación es que la amenaza a la familia Di María busca causar «conmoción» en la ciudad, azotada por la violencia de grupos del narcotráfico.
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Algo similar ocurrió hace un año cuando atacaron a disparos un local comercial que tiene la familia política del capitán de la selección argentina, Lionel Messi, en Rosario.
También, este lunes se suspendió el servicio de transporte público de autobuses de Rosario por una amenaza escrita dejada en una cochera donde se guardan los vehículos.
Esta ciudad de 1,3 millones de habitantes, a 300 kilómetros de la capital argentina, quedó virtualmente paralizada hace 15 días por la falta de transporte, suspensión de clases y con comercios cerrados tras cuatro asesinatos de trabajadores que el Gobierno local adjudicó a bandas criminales cuyos jefes están encarcelados.