Madrid, España

El Real Madrid ha celebrado este domingo su 36º título de Liga, un festejo que se aplazó la semana pasada con el objetivo de estar centrados para el partido de vuelta de semifinales de la Champions League que le enfrentó al Bayern Múnich, ese que se solucionó con una nueva remontada y que le ha dado acceso a una nueva final, la sexta en 10 años.

Pero antes de que llegue ese decisivo 1 de junio en el que se peleará con el Borussia Dortmund para levantar su decimoquinta Copa de Europa, tenía pendiente la fiesta de campeones del campeonato nacional con su afición.

La mañana ha estado cargado de actos, arrancando desde las 9:30 (horario penindular español), cuando han recibido en la Ciudad Deportiva Real Madrid de Valdebebas el trofeo liguero de las manos de Pedro Rocha, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

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Después, los jugadores y cuerpo técnico del primer equipo, junto a la directiva, acudieron a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento para completar los compromisos con las auroridades. Fue el momento de subirse al autobús descapotado que les llevaría a la Plaza de Cibeles para ofrecerle a la diosa y a su hinchada un nuevo triunfo blanco.

Allí, Nacho Fernández, como capitán del Real Madrid ha repetido la estampa de tantos otros que en su lugar colocaron la bandera madridista a Cibeles y levantaba el trofeo de LaLiga EA Sports ante miles de aficionados que se habían reunido allí. Bailaron mucho y algunos como Aurélien Tchouaméni o Jude Bellingham se atrevieron a cantar, mientras que Carlo Ancelotti pidió música para ponerse a bailar con Eduardo Camavinga.

Los hinchas del Madrid pidieron a Nacho y Luka Modric que se quedaran un año más en el club, mientras que Carletto, en la rúa, repetía su ya mítica foto con el puro y algunos de sus pupilos.

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Ha sido una mañana muy blanca en la capital de España para celebrar un campeonato que han dominado casi de principio a fin, pero la mente no está puesta solo en la fiesta, pues como han manifestado en varias ocasiones durante los numerosos actos que han tenido, la expedición merengue tiene puesta la mente en poner el colofón a una campaña que puede ser histórica si consiguen ganar la Liga de Campeones.

El Real Madrid, en su celebración liguera, ha dejado la promesa a la diosa Cibeles de volver el 2 de junio, un día después de la batalla que tendrán en Wembley.