Londres, Inglaterra
La checa Barbora Krejcikova, que luchó esta temporada con una lesión de espalda, renació en Wimbledon, ganando el sábado en la final a la italiana Jasmine Paolini, por 6-2, 2-6 y 6-4, logrando su segundo título de Grand Slam.
Krejcikova, de 28 años, solo había ganado tres partidos en los últimos cinco meses antes de añadir Wimbledon a su palmarés, después de haberse impuesto en Roland Garros en 2021.
La checa, que fue número dos del mundo, ascenderá el lunes al puesto diez del ránking de la WTA, tras derrotar a la italiana, que pierde su segunda final de Grand Slam de la temporada, tras caer derrotada en Roland Garros por la polaca Iga Swiatek.
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Paolini perdió también la ocasión de ofrecer a Italia el primer título de Wimbledon de la historia, tres años después de que Matteo Berrettini también fuera finalista.
La checa, en un partido igualado, hizo valer la mayor potencia de su servicio (cinco aces frente a dos de la italiana), logrando un 73% de los puntos de su primer saque, frente un 65% de su rival.
Krejcikova logró el octavo título individual en su palmarés, aunque ya había ganado dos veces Wimbledon en dobles, una especialidad en la que ha logrado todos los títulos de Grand Slam y un oro olímpico.
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La checa dio a su país el segundo triunfo seguido en Wimbledon, tras la victoria de su compatriota Marketa Vondrousova en 2023.
Por su parte, para la italiana Paolini, de padre italiano y abuelos ghanés y polaca, por parte materna, en la séptima final de su carrera, no logró sumar un tercer título a su palmarés, después de haberse impuesto en Dubái este año y en el torneo esloveno de Portoroz en 2021.
A la italiana le quedará el consuelo de haber alcanzado la final de Wimbledon, después de no haber superado nunca la primera ronda del torneo londinense en sus seis participaciones anteriores.