Franja de Gaza, Israel
Centrados en el fútbol y no en la multitud que rodea un campo improvisado en el norte de Gaza, un joven jugador y el portero se enfrentan. El árbitro pita, el jugador tira el penalti y la multitud estalla cuando marca el gol.
Para los aficionados y los jugadores, la competición en el campo de refugiados de Jabalia es una buena distracción de las punzadas de hambre y agotamiento tras casi 300 días de guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
El árbitro Rami Mustafa Abu Hashish dijo a AFP que jugar al fútbol les ayudó a «restaurar un poco de vida» en Jabalia, donde los continuos bombardeos israelíes han acabado con escuelas, estadios, casas y han desarraigado a muchas familias.
Vea además: Atletas olímpicos prueban las camas ‘anti-sexo’ de París 2024
Reunidos en el patio de una escuela convertida en refugio para personas desplazadas, los dos antiguos clubes competieron por un trofeo que un jugador dijo haber rescatado de los escombros.
Los futbolistas consiguieron crear un ambiente festivo con gente sacando sillas y apoyándose en las barandillas de un recinto de tres pisos para transmitir su apoyo. Para tener mejores vistas, un grupo de chicos se juntó en un camión vacío.
‘Lo hemos sacado de la nada’
Jabalia fue particularmente golpeada de forma intensa en una ofensiva israelí lanzada en mayo como parte de una campaña que arrasó el norte de Gaza, un área donde los militares habían dicho previamente que estaba fuera del control de Hamás.
Mientras los combates se intensifican, las agencias humanitarias dicen que son incapaces de entregar la ayuda y reiteran la alerta de una inminente una hambruna. Los residentes dijeron que apenas hay comida en el norte y lo poco que llega está a un precio astronómico.
Le interesa también: Florentino Pérez: «La carrera de Nacho es de las más brillantes del Real Madrid»
Los futbolistas agradecieron la oportunidad de poder pensar en otra cosa que no sea la falta de agua y comida.
Dijeron que no habían jugado desde el 7 de octubre, cuando estalló la guerra provocada por ataques de Hamás, que causaron la muerte de 1.197 personas en Israel, la mayoría civiles según calculos basados en cifras oficiales israelíes. (Con información de AFP).