París, Francia

La gimnasta estadounidense Simone Biles confirmó una vez más que es una de esas atletas consideradas como un talento generacional. Por tercera ocasión en estos Juegos Olímpicos, esta vez en la final de salto de potro femenino, se llevó la medalla de oro.

Biles llegó con el objetivo de recuperar la corona de saltos que estaba en manos de la brasileña, Rebeca Andrade, quien había ganado en Tokio y es la actual campeona del mundo. Ahora en París debió conformarse con la presea de plata.

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La superestrella terminó con un puntaje de 15.300, el cual le valió el primer lugar, mientras que Rebeca Andrade se llevó la plata con 14.966, seguida de la estadounidense Jade Carey (14,466).

Con la medalla de oro conseguida, Biles ya lleva siete en su carrera (10 en total) y sigue subiendo en el podio de atletas más condecorados de los Estados Unidos.