Pekín, China
Zheng Qinwen es la última sensación del deporte en China tras convertirse en la primera tenista en ganar el oro para el país asiático en el cuadro individual al imponerse el pasado sábado a la croata Donna Vekic, que no pudo seguir el ritmo impuesto por la pupila del español Pere Riba.
En los últimos dos días, Zheng ‘Queenwen’, como ha sido apodada en redes, ha desatado pasiones una vez dio la sorpresa en una final para la cual, dada la diferencia horaria, los espectadores chinos tuvieron que pasar la noche en vela y verla jugar de madrugada.
«Representa la grandeza de nuestras atletas en estos Juegos Olímpicos. ¡Hemos abierto un nuevo capítulo en un deporte en el que nunca habíamos ganado a título individual! Todos nuestros respetos», se rinde en elogios un usuario en la red social Weibo, similar a X.
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Otros destacan que nadie daba un duro por su victoria ante la croata pero también que no era favorita en semifinales cuando se enfrentó a la número uno del mundo, la polaca Iga Swiatek.
«Acabó ese partido exhausta pero prometió luchar por China hasta el final, ganando ese último partido. Es una reina y solo podemos rendirnos ante su fortaleza», comenta otra internauta.
Zheng, ganadora en Palermo en 2023 y 2024 y finalista del Abierto de Australia, necesitaba un salto de calidad como este en su carrera: aunque en 2022 fue nombrada debutante el año, hasta ahora solo había llegado a ser número 7 del mundo en el ranking WTA.
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Nacida en 2002 en la ciudad de Shiyan, en la provincia central de Hubei, Zheng comenzó a jugar al tenis a los siete años. A los ocho, dejó a su familia atrás para entrenar en Wuhan, la capital provincial, hasta saltar a Pekín para ejercitarse con el argentino Carlos Rodríguez, conocido por haber sido el entrenador de Li Na, ex número dos del mundo y hasta ahora probablemente la tenista china más conocida.
Zheng ha reconocido que Li Na es su gran ídolo y, para seguir su pasos, se mudó a Barcelona en 2021 para trabajar con Pere Riba.