Mönchengladbach, Alemania

El Bayer Leverkusen arrancó este viernes su defensa de la Bundesliga con una victoria agónica, tirando del eterno recurso de la épica, en su estreno ante un Borussia Mönchengladbach que vendió muy cara su derrota en un duelo loco que tuvo de todo (2-3).

El carrilero neerlandés Jeremie Frimpong desbordó a todo el que salió al paso por su costado y colocó un balón a la frontal del área que acabó en un impresionante misil teledirigido por Xhaka que perforaba las mallas de la portería del Mönchengladbach. El suizo, por respeto a su antiguo equipo, no celebró el tanto (12’).

Una nueva estampida de Frimpong por la banda originó en otro esférico cruzado al área local y, tras un rebote, fue recogido por Florian Wirtz, poco lúcido en la primera media hora de juego, que, a diferencia de su oponente, no perdonó (38’) y puso el 2-0.

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Todo le salía mal a los dirigidos por Gerardo Seoane en la primera mitad. Cuando las tuvieron, no las embocaron y, cuando lo hicieron, el VAR se interpuso en su camino.

Al filo del descanso, un pase al corazón del área de Pléa fue introducido al fondo de la línea de meta forzada e involuntariamente por Hincapié al pretender despejarlo, dado que la patada de Kleindienst encontró en su lugar el talón derecho del ecuatoriano. El colegiado Robert Schröder no tuvo otro remedio que anularlo al consultarlo en el monitor tras aviso previo.

El Borussia Mönchengladbach le dio al Bayer Leverkusen de su propia medicina. La aspirina en su caso. Una falta colgada al área fue reorientada de cabeza con precisión por el central japonés Itakura para que el suizo Elvedi propinara un durísimo testarazo que fue detenido milagrosamente por Hradecky, pero rematado en segunda instancia por el helvético a puerta vacía. La revisión por la ajustada posición del japonés en el primer toque casi desquició del todo a la afición del ‘Die Fohlen’ (59’) para recortar distancia.

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El 2-2 llegó con otro balón enviado cerca de la portería, esta vez raso, fue rematado desde el suelo por Kleindienst, más espabilado que su marcador Tapsoba, al fondo de la red (85’).

Un afortunado penal cometido por el japonés sobre el marroquí Adli en el minuto 99, tras aviso del VAR, fue transformado por Wirtz, inédito también en el segundo tiempo, tras recoger el rechace de su propio disparo detenido inicialmente por Omlin y le sumó al Leverkusen los primeros tres puntos de su casillero (101’).