España
Un gol de penalti de Mauro Arambarri, a cuatro minutos para el final, permitió al Getafe sumar un punto que alivia su situación en la clasificación ante un Villarreal que nunca se sintió cómodo en el partido y que ve frenada su trayectoria.
El conjunto de Marcelino, tras un inicio tibio, se adelantó en el marcador al borde del descanso, pero el Getafe, pese a sus limitaciones ofensivas, nunca se entregó y buscó con ahínco el empate, convirtiendo a Diego Conde en uno de los mejores jugadores del partido.
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El equipo de José Bordalás logró romper desde el inicio el guion previsto. El Getafe se instaló en el campo del Villarreal y atascó con una presión asfixiante cualquier intento de su rival por salir con el balón jugado desde su línea defensiva.
Parejo y Baena, dos de los catalizadores del juego, quedaron desconectados por completo del circuito de juego del Villarreal, que comenzó a caer en imprecisiones ante un rival cada vez más seguro de su planteamiento.
El Villarreal se vio obligado a jugar en largo ante un Getafe ganador de todos los duelos, pero sin inspiración ni calidad ofensiva para transformar en peligro su propuesta.
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El Villarreal, con espacios, no supo ahorrarse un final agónico y tuvo que apelar a su portero para proteger la ventaja. Peter Federico y Bertug pusieron en aprietos al portero del Villarreal, que respondió en ambas ocasiones con reflejos.
El partido dio un giro inesperado a cuatro minutos del final, cuando el colegiado, a instancias del VAR, señaló como penalti un manotazo de Albiol a Bertug.
Arambarri transformó la pena máxima y dio energía a su equipo para buscar en los últimos minutos la victoria ante un Villarreal desconcertado que nunca llegó a cogerle el pulso al partido.