Londres, Reino Unido
El Manchester United profundizó su crisis al caer por 0-2 ante un sólido Newcastle United en Old Trafford. Dos goles en los primeros 18 minutos, marcados por Alexander Isak y Joelinton, dejaron en evidencia la fragilidad de los ‘Diablos Rojos’ bajo el mando de Rubén Amorim.
El partido comenzó con un golpe fulminante para los locales. A solo 1:33 minutos, Isak aprovechó un centro de Lewis Hall para marcar de cabeza, ante la pasividad de Harry Maguire y Lisandro Martínez. Apenas unos minutos después, Joelinton replicó la fórmula con otro cabezazo tras un balón cruzado, ampliando la ventaja en el minuto 18.
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El Manchester United lució irreconocible en los primeros 30 minutos, superado en cada duelo y sin generar peligro en ataque. Mientras tanto, el Newcastle acumuló diez remates, incluyendo un disparo al poste, en un inicio abrumador. Un cambio temprano de Joshua Zirkzee por Kobbie Mainoo fue el intento de Amorim para estabilizar al equipo, pero la situación ya estaba fuera de control.
El United mejoró en la segunda mitad, logrando equilibrar el juego, pero su falta de contundencia en ataque fue evidente. Una de las ocasiones más claras llegó con un cabezazo de Maguire al poste, mientras que un fallo inexplicable de Casemiro frente al arco resumió el frustrante desempeño ofensivo del equipo.
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Por su parte, el Newcastle mantuvo su solidez defensiva y amenazó con transiciones rápidas. Con esta victoria, los dirigidos por Eddie Howe extienden su racha a cuatro triunfos consecutivos, colocándose en la quinta posición de la Premier League y soñando con un lugar en la próxima edición de la Champions League.
Con solo 22 puntos en 19 jornadas, el Manchester United ocupa el decimocuarto lugar, apenas siete puntos por encima del descenso. La presión sobre Rubén Amorim se intensifica, mientras el equipo acumula cinco derrotas en sus últimos seis partidos de liga.