Roma, Italia
El Nápoles de Antonio Conte dio un golpe de autoridad el el Calcio tras ganar a domicilio 2-3 al Atalanta, tercero en la tabla, y aumentar provisionalmente a 6 puntos su ventaja al frente de la Serie A respecto al Inter, que mañana recibe al Empoli en el primero de los dos partidos que tiene por disputar.
El Atalanta buscó más el gol en la primera fase de un gran partido y al cuarto de hora encontró el premio gracias a Mateo Retegui. En su vuelta a la titularidad tras reaparecer el martes una vez superada su lesión muscular, el delantero fabricó él solo el 1-0. Cazó un balón en el área, se lo preparó y, revolviéndose, fusiló por alto a Alex Meret con la zurda. Es el 14º gol del ‘capocannoniere’ de la Serie A por delante de Marcus Thuram (Inter), con 12.
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El Nápoles no había tenido opciones en ataque hasta entonces pero descubrió la vía para empezar a salir de su parcela: David Neres. El brasileño provocó situaciones de superioridad por la izquierda y por ahí llegaron los dos goles que permitieron al líder remontar antes del descanso.
Al 27, Matteo Politano empató tras controlar un balón rebotado y fusilar por alto a Marco Carnesecchi con un zurdazo. El Nápoles, en apenas su primera llegada, logró el 1-1 pero no se conformó.
En otra acción por la izquierda, David Neres proyectó con un pase de tacón a André-Frank Zambo Anguissa, cuyo asistencia desde la línea de fondo la embocó Scott McTominay (40′).
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Tras el descanso, como en la primera mitad, el Atalanta volvió a empezar fuerte ante un Nápoles defensivo. Ademola Lookman se llevó con suerte un balón de rebote y lo colocó junto al poste con un perfecto disparo raso y cruzado (54′).
Gian Piero Gasperini ya había retirado a Retegui y luego hizo lo propio con Lookman justo antes de que el Nápoles, que ya había reaccionado, golpeara de nuevo, al cabecear Romelu Lukaku un centro de Zambo Anguissa.
El intercambio de golpes entre los artilleros de ambos equipos acabó con el triunfo del Nápoles, ya que, sin Retegui ni Lookman, el Atalanta ya no tuvo recursos para sorprender un líder lanzado que festejó efusivamente su sexto triunfo liguero seguido.